Este post es la segunda parte de este otro, va de recopilar mitos o creencias erróneas bastante generalizadas en temas culinarios.
Para muchos «ensalada» es igual a lechuga iceberg con un poco de tomate, y cebolla si me apuras. O algo que se come en verano y le echamos también pepino, vamos, un gazpacho sin triturar.
Con los pacientes deportistas veganos, igual que con los no deportistas, toca muchas veces inventar cosas para facilitarles la vida.
El tener poco tiempo para comer a mediodía o tener que llevarse el tupper al trabajo puede ser una traba más para aquellos que quieren cambiar de hábitos y comer más saludable. Si encima la persona es vegetariana parece que la cosa se complica todavía más.
Se ha transmitido la idea de que los helados son sanos, porque llevan mucha leche y fruta, y encima ahora estamos rodeados de sanas heladería que ofrecen helado de yogur, que ya es el colmo de la salubridad (¡JA!).
He recopilado unos cuantos errores habituales en la cocina, recetas clásicas conocidas por todos que es tan habitual que se hagan mal que ya casi está aceptado que se hacen así.
Propuesta de ensalada, con un montaje un poco diferente del habitual, que para echar cosas en bol no hago un post.
A mí se me da bien hacer menús. No es porque sea dietista, muchos dietistas sudan tinta para hacer menús majos, porque no se les ocurren cosas, o porque no tienen sentido gastronómico.
«Es que el tofu no sabe a nada», ya, como la gustosísima pechuga de pollo a la plancha, el sabrosísimo arroz hervido o los súper-saborizados macarrones blancos, no te digo.
Unas albóndigas vegetales muy sencillas de preparar. Son una buena idea para un segundo plato, o para un plato único acompañadas de patata asada o arroz integral.
Ésta es una salsa fácil de hacer y que se puede congelar muy bien. Le va mucho a platos de pasta (mejor integral), mezclada con arroz o couscous y si la hacemos espesa incluso sirve de dip.
Los cocarrois son una especie de empanadilla típica de Mallorca. Los más comunes son los de verdura: llevan acelga, cebolleta y pasas. Los de coliflor deben ser los segundos más comunes.
Son galletas saladas, muy sencillas, muy sabrosas, crujientes y como siempre mucho más saludables que las que se encuentran en el supermercado.
El lino es una de las alternativas culinarias al huevo, muy útil tanto para veganos como para alérgicos, ya que cumple la función aglomerante de la clara de huevo en algunas preparaciones, como estas salchichas.
Hace unos días intercambiando mails con Judith de El món de Juju me sugirió que participara en otro blog que tiene a medias con su hermana Mónica. Se trata de Memòries d’una cuinera, en el que cada mes se propone una receta tradicional para que quien quiera haga su versión y la publique.
¿A santo de qué relaciono yo el sushi con Costa Rica? Bueno, es porque aprendí a hacer sushi allí, en un pueblo sin asfaltar de la costa del Pacífico, cuando en España todavía ni «existía».
La coca de albaricoque (Coca d’aubercoc) es típica de Mallorca, y como suele suceder con estas recetas, cada casa tiene la suya.
El cupcake es como una magdalena napada de mantequilla con saborizantes y un decorado más o menos abigarrado, según la maña del/a cocinero/a.
Un postre de temporada, con un alto contenido en fruta. Muy recomendable para niños, diabéticos y personas que estén siguiendo una dieta de pérdida de peso.
Crema de chocolate, en dos versiones, que puede usarse tanto como relleno de pasteles como para tomar sola en plan natillas o servirla tipo flan.
Realmente ¿es necesario este despropósito nutricional? Solo con cuidar un poco los ingredientes se podría mejorar notablemente.
Hacer yogur en casa es muy fácil y sale mucho más barato que comprarlo. Además supone una contribución al medio ambiente ya que se generan menos deshechos.
Uno de los componentes básicos de la mayoría de aliños es el aceite, los aceites aromatizados dan mucho juego, tanto para aliñar ensaladas como para usarlos en otro tipo de platos, y no son difíciles de preparar.
